· bebes 2 litros de agua al día
· comes unos 4 kilos de comida al día
· respiras unos 10.000 litros de aire al día
Ponemos mucha atención a qué agua bebemos y a qué comida comemos, pero el aire que alimenta, oxigena y nutre todo nuestro sistema es el gran olvidado incluso por personas que cuidan su salud y comen comida ecológica.
¿Crees que el aire de las ciudades está contaminado?
El aire interior, el que encontramos en los hogares y oficinas, está entre 2 y 5 veces más contaminado que el exterior, ¿cómo es esto posible? Resulta que los contaminantes del aire interior son la suma de los contaminantes del aire exterior y los propios del interior, por ejemplo:
1. Niveles muy altos de CO2, o bajos de O2 (oxígeno) por falta de ventilación.
2. Humedad relativa alta (implica sobrecrecimiento de ácaros, hongos, bacterias...)
3. Contaminación química por COVs (compuestos orgánicos volátiles), formaldehído e isocianatos presentes en pinturas acrílicas, materiales sintéticos, plásticos, colas de muebles, productos químicos de "limpieza", ambientadores... y COPs (compuestos orgánicos persistentes) como son los retardantes de llama que se aplican en cortinas y sofás.
4. Radiactividad (sí, rayos X, gamma...) por materiales radioactivos o gas radón proveniente del terreno (plantas bajas).
5. Monóxido de carbono CO por mala combustión de calderas y fogones (1a causa de intoxicación en EEUU).
6. Fibras tóxicas como por ejemplo fibrocemento con amianto , "uralita".
7. Humos como por ejemplo de tabaco (y papel industrial que originan más de 4000 subproductos tóxicos) y también vapeadores que contienen anticongelantes como propilenglicol o etilenglicol y agentes carcinógenos como las nitrosaminas.
...
Hoy en día pasamos el 90% de nuestras vidas en interiores, un 65% en nuestras viviendas y hasta un 30% en nuestro dormitorio.
La Diputació de Barcelona publicó un documento en 2015 llamado "Determinants de la Salut" donde se expone que lo que más determina nuestra salud es el estilo de vida que influye hasta un 43%, seguido de la herencia genética con un 27%, después el entorno en el que habitamos que con un 19% influye más que el acceso al sistema sanitario con un11%.
Mejorar esa calidad del aire pasa por una educación del usuario sobre cómo y cuándo se debe ventilar o por sistemas de ventilación automática para oficinas y cada vez más en hogares con sistemas de recuperación de calor, además de poner atención a los materiales e instalaciones que configuran los espacios que habitamos.
Texto: ArquiNatura
Imagen: Cati Chamorro, cap de servei de Salut Pública, Diputació de Barcelona
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